diciembre 12, 2006

PaRa VolVeRsE pErRo ( III )


Quiero escribir y pronto venderé hasta para el Carnaval; (y eso si es que hay).

Hoy (...) me salen lágrimas por mi dolor; estoy por la plaza y unas cuantas beatas van a poner velas a la Catedral, a lo mejor Diosito les amenora los días de Purgatorio, van a dar limosnas, rezan y rezan rosarios y padres nuestros como discos rayados, como si Dios no entendiera y se lo tuvieran que repetir; los Santos estuvieran internados en lo poco profundo que queda del Amazonas o ya hubieran viajado cien mil años luz lejos de aquí si la Hipocresía diera vida a esos yesos, todo es una farsa...


Tomo asiento, abro los ojos y miro al cielo sin estrellas aún pero algo brilla(...)

Es algo parecido a una lágrima y quien sabe si en verdad no lo es; me despojo con el dolor de mi alma al mencionar esto, es tal vez el más doloroso para mí; prefiero pensar que éso que veo sólo es el brillo de sus ojos: Un perezoso me observa, me clama en gritos de silencio que lo ayude, otra vez me vuelvo a sentir miserable e impotente ¡¡¡Ése no es su habitat!!! Su habitat tal vez ya no existe; pienso en el Zoológico Municipal y pronto recuerdo que es lo más degradante y feo que he visto en mi vida.

En dos oportunidades tuve el desagado de visitarlo por motivos de excursiones colegiales y salí echa pedazos, por que eso no es un zoológico, es una cárcel con mejor calidad torturadora que Palmasola o Chonchocoro que es donde esos reos deberían estar realmente sin dejar de lado la truya de políticos que son mas bajos que los animales que reptan o se arrastran en el serpentario ¡¡sagrada Vibora!!

No, esos animales no deberían estar ahí, ellos no tienen culpa alguna, cuál es la causa de su condena??


Vuelvo en mí y sigo ensemismada en sus ojos. ¿CóMo decirle a ese animalito que no me entiende que yo lo amo y que haría lo imposible por él, cuando lo que puedo hacer es Nada?

Al ver sus ojos el siembra en mí el dolor de la naturaleza; de su familia, tal vez perdida; de todos los demás animales que sufren de esclavitud, humillación, explotación, muerte, destrucción de sus hogares, su miedo, desesperación, su sufrimiento, su grito desgarrador del silencio.

Dios concedió el derecho de "ejercer poder sobre", pero no de hacer sufrir.

Ellos poseen los mismos cinco sentidos que nosotros y en algunos casos hasta más evolucionados, quizÁs me digan que no poseen alma, no son personas pero si les digo que poseen personalidad y lo digo por experiencia por que gusto mucho de criar animales.

No olviden que aveces hasta son más dignos que nosotros por que si se equivocan es por instinto, y un hombre es consciente de sus actos.

1 comentario:

JuLiO CeSaR Cruz Galarza dijo...

Simplemente Fantastico Jessie.. Hagamos algo para salvar lo que no se puede salvar....pobre peresozo.. ahora lo hiciste inmortal.. estara en la esencia de este cuento.. para siempre, ahi es justamente cuando lo salvas, mas aun.. queda inmortalizado. un abrazo mi querida amiga Jess.
JC.